¿ Cómo deben las asociaciones convertirse en una marca de valor para sus asociados ?

Ignatius,

businessman choosing worker from group of businesspeople
La clave reside en convertir asociados en clientes.

El marketing asociativo nace de la necesidad de las organizaciones de perfil asociativo y carácter empresarial o profesional, de dotarse de respuestas y estrategias que les permitan afrontar con éxito los retos que les plantea el futuro inmediato.

Más allá de ejercer funciones propias de representación o lobbying, una buena parte de estas organizaciones, deberán sin duda, redefinir su actividad y modernizar sus estructuras con el principal objetivo de convertir a sus actuales asociados en futuros clientes. Ante este cambio de paradigma, estos colectivos, deberán convertirse en auténticas empresas de conocimiento al servicio de unos clientes que pagarán una cuota mensual a cambio de recibir unos beneficios que reviertan claramente en la mejora de su actividad profesional, ya sea en forma de servicios o productos específicos, ya sea en forma de información, de generación de oportunidades, de asesoramiento, o de formación especializada. En definitiva, de todo aquello que represente un valor tangible para sus intereses.

Llegados a este punto, el asociado, valorará la compra del producto “asociación” de igual manera que lo hace con la suscripción a su periódico favorito, del canal de televisión por cable, o de su conexión a internet. De ahí la importancia de generar estrategias de captación y fidelización de asociados de acuerdo con una estrategia corporativa global que dote a las organizaciones de elementos de valor que permitan renovar el compromiso con sus clientes.

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